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Puede que mañana alguien os cambie el azúcar por la sal, aunque las bromas clásicas cada vez están más en desuso en el Día de los Santos Inocentes. Las fake news, tan frecuentes todo el año, también han eclipsado a la típica noticia falsa que se colaba los 28 de diciembre en periódicos y telediarios. Es más, el hecho de que la realidad sea cada vez más increíble deja poca capacidad de maniobra para esta fecha.
Pensemos, si no, en un jubilado arrestado por acosar a una compañía telefónica con más de 24.000 llamadas… O en la guasa que generaba tiempo atrás eso de implantarse un dispositivo electrónico para pagar en comercios, abrir las puertas o fichar en el trabajo. Hasta hace poco lo veíamos como “cosa de suecos” pero resulta que ahora también los españoles vamos camino de convertirnos en “ciudadanos cíborgs”. Al parecer, dos de cada diez estarían dispuestos a implantarse un chip en el cuerpo que sustituyera las funcionalidades del smartphone. Sobre todo para poder almacenar miles de datos (46 por ciento), tener una cámara de fotos o vídeo integrada (31 por ciento) y contar con un GPS (27 por ciento).
Esta “simpatía” por la tecnología lleva a que haya quien esté dispuesto a cederle su cara a un robot. Incluso los más pequeños han encontrado en Alexa a su compañera ideal para hacerles los deberes de matemáticas.
Quizá la cosa cambie con las diademas cerebrales capaces de medir su atención en clase. Y nada de esto es por el Día de los Santos Inocentes, recordad.
El coche autónomo, una anécdota casi
¿Sorprendidos? Pues esperad a ver lo que está pasando en los medios de transporte… Ya no es el coche autónomo o volador, sino la nave espacial a vapor, los submarinos compartidos o el velero en 3D que cruza el Alántico. Y ¡ojo al híbrido!: barcos voladores submarinos con branquias.
Pero si creéis que falta algún ejercicio de imaginación posible, este año también hemos visto el Lexus con dron incorporado, la escoba mágica de Toyota para ir a lo Harry Potter o la Harley Ágatha Ruiz de la Prada, que también es innovación arriesgada… ¡Ah! y no olvidemos que vienen de camino las sucursales bancarias sobre ruedas.
¿Descolocados? Pues id acostumbrándoos porque puede que os toque viajar en las alas del avión o si vuestro próximo coche es Hyundai, que tenga un airbag lateral.
Aunque lo más práctico quizá sea la realidad aumentada en el maletero para calcular el tamaño idóneo del equipaje y no ir en Plan Operación Paso del Estrecho.
El rosario hackeado y el robot tertuliano
Los nuevos tiempos han llegado incluso a la Iglesia con donativos contactless y también su parte más oscura: el rosario hackeado. ¡Si hasta la catedral de Norwich buscaba la experiencia de feligrés con un tobogán en su interior! Pero para rizar el rizo, la Iglesia de la inteligencia artificial de un ex Silicon Valley.
Hasta aquí todo documentado. Nada de bromas en el Día de los Santos Inocentes. Este artículo de la negligencia artificial sí estaba escrito en clave de humor, pero vamos, que Google Maps la lía parda en Cerdeña es toda una realidad contra la que ya han tenido que tomar medidas.
¿Y cómo afecta todo esto a los animales? Pues mientras nuestros mejores amigos no entienden a los robots, los monos ya “han aprendido a decir dron” como llamada de alerta diferenciada para avisar de la presencia de un peligro. Lo primero tampoco es de extrañar, porque los perros pastores en Nueva Zelanda ya están sufriendo su intrusismo.
Yo me quedo con los perros reales sin ninguna duda, pero el que tengo ganas de que llegue ya, para librarnos de algunos de los actuales de carne y hueso, es el robot tertuliano.
Imagen: Steve Jurvetson
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