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De las ventajas de la telemedicina en general y la teleconsulta en particular como catalizadores de la transformación digital de la sanidad hemos escrito en este blog en distintas ocasiones a raíz del COVID-19. Recientemente en el “Foro Sociedad digital 2021” de Fundación Telefónica se abordó el tema en profundidad. En la mesa de debate, que llevaba por título “El cuidado de la salud en un mundo de datos”, participaron María Gálvez, directora general de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Rafael Gotsens, International medical director en Teladoc Health International y Vicente Gisbert, director eHealth en Telefónica. En ella se abordaron diversos temas sobe la telemedicina tras la pandemia.
Uno de las primeras cuestiones que se planteó fue qué le falta a la sanidad digital para terminar de despegar y conseguir una aceptación e implantación definitiva en la práctica clínica. Vicente Gisbert, de Telefónica, señaló que técnicamente la sanidad digital ya es una realidad y ha demostrado sus ventajas y el valor añadido que aporta. A su juicio, ahora es una cuestión de convencimiento, sobre todo por parte de las Administraciones públicas y los profesionales.
La resistencia al cambio fue otro de los temas que se trató en el debate. Para María Gálvez, de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, tiene mucho que ver con los medios con los que cuentan los profesionales. No solo tecnológicos, sino también en cuanto a la formación.
Alta satisfacción de los pacientes con la telemedicina y con Movistar Salud
Aún así, la satisfacción de los pacientes con la telemedicina durante la pandemia ha sido alto (superior al 70 por ciento). Por supuesto, existe una brecha digital y siempre habrá un colectivo de personas reacias a la tecnología, al que se deberá prestar los servicios sanitarios y la misma atención por otros medios.
Para vencer la resistencia y aprovechar el gran momento ante el que estamos, María señaló que es necesario entender que el cambio debe centrarse en las personas y no en el sistema sanitario, como hasta ahora. La corresponsabilidad y consciencia de los pacientes debe ir acompañada de un uso de sus datos orientado a crear una sanidad más participativa y personalizada.
Democratiza el acceso a la sanidad y supone una mejora en salud y eficiencia
En este contexto, Rafael Gotsens, de Teladoc, añadió que, dentro de la sanidad digital, la telemedicina es una realidad tangible, una herramienta para mejorar y democratizar el acceso a la sanidad. Dio el dato de que Teladoc realizó en 2020 más de 20 millones de actos médicos virtuales. Y, según un informe reciente de McKinsey, más del 58 por ciento de los profesionales considera la telemedicina como un facilitador de su trabajo. En este sentido, puede suponer una doble mejora en salud y sostenibilidad, al permitir actuar antes, lo cual reduce la gravedad del episodio y los costes globales de la intervención. Añadió que más del 90 por ciento de los pacientes afirma estar satisfechos o muy satisfechos con el servicio Movistar Salud, que proporcionan en colaboración con Telefónica, y que la mayoría de los pacientes prefiere la teleconsulta a la videoconsulta.
Más atención remota y hospitales más pequeños y especializados
Hoy en día hay datos objetivos que permiten afirmar que la mayoría de las actuaciones clínicas en primaria y especializada se podría hacer remotamente. De hecho en 2014 ya escribíamos de ello este blog. Supondría una importante mejora en la gestión de la demanda que soporta el Servicio Nacional de Salud. Y para muchas zonas con dispersión geográfica o falta de médicos resulta diferencial contar con un servicio remoto con capacidad de dar respuesta a un paciente en menos de una hora.
En este sentido, Rafael Gotsens recordó que el 75 por ciento de los actos médicos en Movistar Salud no requirieron ninguna intervención posterior a la realizada por la telemedicina. Y para el 25 por ciento restante se orientó al paciente para acceder al recurso más adecuado de un prestador sanitario, por lo que es una doble vía de eficiencia para el sistema.
Colaboración público-privada: la fórmula del éxito
A su juicio, el futuro de la sanidad pasa por hospitales más pequeños y especializados, con un mayor número de pacientes tratados desde sus domicilios. Evidentemente no se va a resolver todo con la telemedicina, pero puede ser un excelente elemento de triaje en primera línea de la sanidad para gestionar mejor la demanda.
Cuando se preguntó a los participantes si el uso extensivo de la telemedicina en la sanidad privada no iba a dejar a la sanidad pública atrás, el representante de Telefónica contestó que no y añadió que el mejor camino para que no ocurra es avanzar en acuerdos que concilien lo público y lo privado. La posibilidad de que haya servicios privados que el paciente pueda elegir libremente mejora la propia distribución y gestión de los recursos en el Sistema Nacional de Salud, al liberar recursos que podrán aplicarse a los casos más graves.
Rafael Gotsens, de Teladoc, coincidió en que la clave es la colaboración público-privada, como ya pasa en otras geografías.
María Galvéz también defendió que hay que dar al paciente la oportunidad de elegir, al igual que dotarlo de autonomía y responsabilidad en el cuidado de su enfermedad. Y añadió que ya es el propio paciente el que está demandando la digitalización de la sanidad al sector público.
Desafíos y ventajas de la telemedicina
En cuanto a si va a retroceder la implantación de la telemedicina tras la pandemia, la representante de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes dijo que ahora estamos en una fase de acoplamiento. Es necesario un marco normativo que permita que se asiente en la práctica clínica y resulta crítico, además, por la protección de los datos de salud, que son los más sensibles.
Vicente Gisbert aseguró que desde el punto de vista tecnológico y en cuanto a sus redes de comunicaciones España está preparada para poner en marcha este tipo de servicios de forma general. Ahora mismo la tecnología permite cambiar profundamente el sistema. Se podría resolver remotamente gran parte de los actos médicos e impulsar una medicina preventiva y personalizada, con ayuda de big data y la capacidad computacional.
Rafael Gotsens añadió que la telemedicina es, sobre todo, inmediatez y permite que los pacientes puedan acceder al mejor especialista estén donde estén. Supone para ellos una mayor comodidad -ahorro de tiempo y desplazamientos- y mejores resultados de salud porque se puede intervenir antes de que su estado empeore, momento en el que costaría además más tratarlos. La telemedicina también permite hacer más accesibles los protocolos asistenciales a los profesionales y reduce la burocracia.
La consulta puede ser en el idioma que el paciente desee o producirse a horas intempestivas si hace falta. Pero el representante de Telefónica aclaró que no se trata de una “uberización de la sanidad”, sino de coordinar mejor los recursos disponibles y hacer más accesible el acceso a la eSalud.
Imagen: GotCredit
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