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Estos días se cumple el primer año del estado de alarma como consecuencia de la pandemia. Han pasado doce meses ya desde que el coronavirus obligó a cerrar los colegios y paralizar negocios no esenciales, vació las calles y llenó nuestras conversaciones de temor e incertidumbre. Sin duda, ha sido un año muy duro en todos los sentidos. A la crisis sanitaria, que se ha cobrado muchas vidas, le ha seguido otra económica, que también está dejando enormes secuelas. Recursos Humanos se encuentra ante un gran reto, y la oportunidad asociada, en este nuevo entorno.
Son las personas las que harán posible la recuperación
Con la llegada de las primeras vacunas, parece que estamos más cerca del punto de inflexión para muchas empresas. Queremos atisbar ya el inicio de la recuperación, esa esperanzadora etapa en la que los negocios comenzarán a resurgir y lo harán de manera más sostenible: una etapa donde la digitalización se consolida como un elemento indispensable. Pero se habla mucho en estos días de transformación y recuperación y bastante menos de las personas que lo harán posible.
Ante las crisis, frente a las situaciones más complicadas, las personas se crecen, sacan lo mejor de sí mismas, y reaccionan con una fuerza que tal vez hasta entonces desconocían. Es lo que ha sucedido durante la pandemia: los empleados se han volcado para aportar valor a sus empresas con todos los medios de los que disponían. Han incrementado su esfuerzo, han ampliado los horarios, compartiendo el tiempo y el espacio personal con el laboral, y se han adaptado con agilidad a un cambio para el que posiblemente no estaban preparados.
Las personas, en el centro de la estrategia de Recursos Humanos
Las personas son el alma de las organizaciones: su esencia y lo que las define en su estado más puro. Por esta razón es indispensable poner a las personas en el centro de toda estrategia. Es preciso favorecer entornos laborales flexibles que permitan la conciliación entre vida personal y laboral, que impulsen la productividad y potencien la creatividad colectiva.
Las organizaciones, a raíz de esta experiencia, están apostando cada vez más por herramientas que ayudan a los empleados a trabajar desde cualquier lugar y dispositivo. Y es que ya reconocen en un puesto de trabajo digital y flexible algo más que una relevante ventaja competitiva: una potente herramienta para atraer y retener el talento dentro de la organización.
Empleados comprometidos y felices
Son muchas las grandes compañías que han agradecido públicamente la implicación y el compromiso de sus empleados durante estos meses. Ahora que se acerca el momento del reencuentro, ahora que estamos a punto de volver a comenzar, reconocen que ha llegado la hora de volcarse en ellos, de dar un paso más allá y concentrar todo su esfuerzo en cuidarlos y protegerlos, para poder seguir contando entre sus filas con empleados comprometidos y felices.
En este momento el reto está sobre la mesa de los responsables de los departamentos de Recursos Humanos.
Herramientas que proporcionen agilidad y eficiencia
Los empleados necesitan herramientas para conectar de manera ágil con sus compañías, mecanismos que integren todos los procesos de gestión de personas y faciliten una relación más sencilla y transparente. Las soluciones que permiten digitalizar procesos habituales de gestión de RRHH como el desarrollo de la carrera profesional, el aprendizaje o la evaluación de objetivos, son algunos ejemplos. Aportan visibilidad a los procesos y autonomía a los empleados, que pueden gestionar actividades como la solicitud de vacaciones, la autoformación o la gestión de sus datos personales de manera sencilla.
Por otra parte, las herramientas que miden objetivamente la productividad de los empleados facilitan la gestión de las personas con datos, ayudan a identificar cuellos de botella y promueven actitudes positivas, que mejoran el compromiso con la empresa y el ambiente laboral.
Otras soluciones, como las del registro telemático de la jornada, permiten reducir la burocracia en la organización y mejoran la movilidad.
Las redes sociales corporativas, por su parte, son una palanca esencial para facilitar la comunicación dentro de la organización y reforzar su cohesión, incluso cuando los empleados están geográficamente dispersos. Mantienen a las empresas unidas, incrementan el orgullo de pertenencia y fomentan la empatía digital.
La salud cobra protagonismo
La salud también ha pasado a primer término en las organizaciones, que sienten la necesidad de mejorar la protección de los trabajadores. Algunas, preocupadas por el bienestar de los empleados, están adoptando herramientas como Movistar Salud, un servicio de atención digital que complementa el modelo sanitario actual. Se trata de una plataforma que facilita el acceso digital a la atención sanitaria, lo que reduce los tiempos de desplazamiento y esperas a la hora de acudir al médico.
Pero no solo cobra importancia la salud física de las personas: encontrar el equilibrio entre la vida personal y la laboral se ha convertido en otros de los grandes desafíos de los últimos meses. Muchos empleados han tenido que hacer un esfuerzo adicional para adecuar los espacios y herramientas que habitualmente comparte con el resto de la familia para trabajar desde casa. Los horarios se han flexibilizado pero las jornadas también se han extendido en el tiempo, lo que dificulta la desconexión digital y el descanso de los trabajadores.
La tecnología y el bienestar psicológico
Ahora las empresas han de ser capaces de estar a la altura y cambiar las costumbres de la organización para proteger también el bienestar psicológico de los empleados. Deben facilitar herramientas, pero también formación sobre el uso responsable de la tecnología. Ha llegado el momento de gestionar el cambio hacia una forma de trabajar que incluya directrices sobre la manera de dejar de hacerlo.
Desde Recursos Humanos también es preciso un cambio cultural y la transformación para beneficiarse de todas estas herramientas que mejoran el día a día de los empleados.
En resumen, ha llegado el momento de escribir el guion de una nueva cultura corporativa que nace de la reinvención del puesto de trabajo, de la redefinición de los espacios físicos y los hábitos organizativos. Son necesarias nuevas formas de relacionarse con la tecnología en términos de flexibilidad y derecho a la desconexión digital. Ahora ha llegado el momento: es el turno de las personas.
De todo ello se hablará el próximo 25 de marzo en el evento online de Telefónica Empresas, de la mano de grandes expertos y directivos de RR.HH. ¡No os los perdáis, podéis registraros pinchando sobre la imagen inferior!
Imagen: Pixabay
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